Single Blog

Qatar 2022, la dignidad y la libertad también deben jugar

A días del inicio del Mundial de Futbol de Qatar 2022, podríamos reflexionar brevemente sobre el desafío y la oportunidad que un acontecimiento global de esta magnitud representa para la formación de los líderes políticos y sociales con una visión humanista y la difusión de un mensaje de fraternidad. En esta importante oportunidad la dignidad y la libertad de las personas no puede, ni debe quedar fuera de la cancha

Las cuestiones son varias y complejas. Tomemos únicamente un interrogante inicial que podría ser el siguiente: ¿Cómo lograr que un evento/negocio planetario también pueda llegar a ser un vehículo de unidad y amistad social para los pueblos y para la comunidad internacional? En forma más concreta ¿Cómo lograr que entidades globales, este caso la FIFA, avancen con mayor diligencia en el camino hacia la transparencia y la promoción genuina de valores?

Mas allá de las necesarias rendiciones de cuentas y mecanismos de auditoría, un enfoque desde el liderazgo resalta el aspecto ético de las personas que integran toda institución.

El entorno de las acciones personales es por demás desafiante.  El cóctel pasional de política, deporte y negocios resulta explosivo y requiere de altísimos y sólidos estándares éticos de los dirigentes desde los inicios de sus responsabilidades. Muchas veces, lamentablemente, la dignidad de la persona y su libertad, quedan en el banco de suplentes.

Así ha sucedido parece en Qatar donde miles de trabajadores se han desempeñado en condiciones laborales injustas: bajísimos salarios y altas temperaturas.  Cientos de ellos murieron en accidentes laborales, algunos ya verificados por la O.I.T

En la parte exterior del estadio de Lusail, las fotografías de los trabajadores que participaron en la construcción de la monumental obraTASNEEM Creditos: ALSULTAN – NYTNS

Se trata de fijar salarios dignos con relación a las tareas, al esfuerzo y evitar accidentes. Las cifras, que forman parte de la propaganda y la agenda global de los interesados son disímiles. La FIFA y los organizadores qataríes dice que son sólo 3 los obreros fallecidos y por su parte Amnesty Internacional más 15.000 los fallecidos… Mas allá de invitarlos a  articular criterios estadísticos, podríamos convocar al Emir de Qatar Tamin Al Thani  a tomar el Mundial como una oportunidad para “aggiornarse” en relación al respeto de los derechos humanos, a la dignidad de la mujer y a la libertad de minorías.

Por otra parte también se podría invitar a  Amnesty Internacional a incorporar en su catálogo derechos humanos defendidos simplemente al primero y principal de ellos, el derecho a la vida.

Nos encontramos luego a Josep Blater desplazado y enjuiciado que reconoce o denomina como un “error” la elección de Qatar como sede mundialista. Podríamos sentarnos a su vez, en la espera de algún comentario u opinión de su exsocio, Michel Platini sobre el significativo incremento en la venta de armas de Francia a Qatar luego de su elección como sede en 2010.

La exigencia ética es urgente y los dirigentes políticos y sociales tiene el deber de la esperanza y de la mesura a fin de utilizar prudentemente una realidad tan importante como es el deporte al servicio del bien común.

La noche del 24 de junio de 1995, luego de finalizado el partido que consagró a Sudáfrica como campeón del mundo de rugby, Nelson Mandela se dirigió a su casa tomó un té y se acostó relativamente temprano.

Toda una nación festejaba en las calles y su presidente había dado un paso enorme, a través del deporte, para lograr la aceptación y la unión luego de décadas de apartheid.

Mandela reflexionó quizás que su protagonismo en esas horas debía menguar para que la alegría y catarsis sea más profunda y duradera. Una victoria en un deporte de “blancos” era festejado en las calles por todas las razas. La figura de Mandela, lejos de menguar comenzó a crecer, mucho más aun cuando renunció a la reelección en 1996.

Muy difícil pero posible, los valores éticos, la dignidad y la libertad de todas las personas no pueden quedar fuera de la cancha, sea un partido entre amigos o una final de mundo.  


Comments (0)

Copyright 2021 - by Pablo Zitto Soria