Messias…: De la catarsis al esfuerzo educativo
Estimo que muchos de nosotros, aún sin poder salir del asombro ante las imágenes del festejo en toda la Argentina por el triunfo en el Mundial de Futbol Qatar 2022, nos surgen algunas, muchas, muchísimas preguntas para compartir.
¿Qué se encuentra oculto detrás de esta enorme catarsis colectiva del pueblo argentino? ¿Qué enseñanzas podemos extraer de este enorme logro deportivo? ¿Qué podemos asimilar como ciudadanos de efímero éxtasis compartido? ¿Qué mensajes se podrían elaborar desde el liderazgo político ante semejante euforia generalizada?
Obviamente no tengo las respuestas y por ello me permito un breve comentario.
Dentro de tanta carga emocional, fijemos primero la mirada en el camino personal de intenso trabajo y esfuerzo de muchos deportistas de elite. En este caso especialmente brilla el liderazgo servicial de Messi y del D.T. Scaloni, como así también todo el cuerpo técnico y muchos de los jugadores. Messi cuido al equipo y el equipo cuidó a Messi.
La propuesta es sencilla y exigente: No intentemos endiosar a nadie sino estar dispuestos a imitar los esfuerzos y ejemplos positivos. La pasión deportiva debe dimensionar y recordar que la idolatría es sólo un recurso de la analogía.
Detrás de una victoria (o derrota) busquemos los ejemplos positivos a imitar. Sepamos ver los esfuerzos personales y familiares, la constancia, la utilización de talentos naturales y oportunidades aprovechadas y la superación de numerosas pruebas (en este caso críticas infundadas y despiadadas, lesiones y derrotas).
Despojemos entonces del contenido “apoteótico” a esta catarsis popular. En Grecia y Roma la ceremonia de la “apoteosis” convertía, sencillamente a un hombre…. en un dios (o lo intentaba). Sin más, el oráculo griego o el senado romano indicaban que un hombre debía contarse entre los dioses. ¡Que locura!
El esfuerzo y la integridad son el camino hacia una sociedad mejor, un camino ya transitado por muchos deportistas.
“Ad Astra per aspera” (hacia las estrellas a través de las dificultades) dice el lema clásico. Aprendamos juntos que el esfuerzo y la integridad son el camino hacia una sociedad mejor, un camino ya transitado por muchos deportistas.
Detrás de 36 años de espera, lamentablemente en la Argentina hay muchos más años de desencuentros como sociedad, falta de dialogo, corrupción política y una aplastante y generalizada crisis educativa.
La imposibilidad de organizar un festejo y los hechos de vandalismo son la cara de una misma moneda.
“Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar” pero sin olvidar que toda mejora está siempre unida a un esfuerzo personal y se realiza en comunidad